¿Y si hoy fuera el día perfecto para comenzar tu Bible Journal?
¿Y si hoy fuera el día perfecto para comenzar tu Bible Journal? No necesitas mucho: una libreta, tu Biblia y un corazón dispuesto. Descubre cómo el método SOAP puede ayudarte a conectar con Dios de una forma sencilla, creativa y transformadora.
Hoy es un buen día para comenzar tu Bible Journaling. Quiero decirte que no necesitas esperar a tener la Biblia perfecta, ni los materiales más lindos, ni sentirte una artista. Solo necesitas tu Biblia y/o libretas (puede ser papeles en blanco), unos cuantos colores y un corazón dispuesto a escuchar y recibir lo que Dios tiene preparado.
El Bible Journaling no se trata de ser un artista o crear la obra de arte perfecta, sino de darle espacio a tu corazón para escuchar la voz de Dios y plasmar lo que Él te habla. Es como hacer visible tu tiempo devocional; podemos decir que es un recordatorio visual de lo que la Palabra nos enseña día a día, una conversación íntima con Él en colores, palabras, adoración y oración.
¿Cuántas veces nos pasa que nos cuesta enfocarnos cuando leemos la Biblia, o sentimos que la cerramos y olvidamos lo que acabamos de leer? El realizar Bible journaling nos ayuda a detenernos y a hacer más intencional ese tiempo. Es como guardar en un cofre lo que Dios nos habló, para poder volver a leerlo, recordarlo y aplicarlo cuando necesitamos recordarlo.
Bible Journaling es una forma de estudio y devoción donde usamos recursos visuales y escritos para reflexionar en la Palabra. Puede ser tan simple como escribir un versículo en una libreta, o tan elaborado como crear páginas llenas de color en tu Biblia. Y algo importante antes de que se me olvide: si no te gusta ilustrar en tu Biblia o no tienes una especial para journaling, ¡no pasa nada! Puedes usar un journal, una carpeta con papeles en blanco o alguna libreta para dedicar tu tiempo a hacer un devocional. El corazón detrás es el mismo: acercarte a Dios.
A continuación te cuentos algunos beneficios que he adquirido mientras he ido realizando y aprendiendo durante este tiempo:
Te ayuda a recordar lo que lees y meditarlo durante el día.
Hace que tu devocional sea más intencional.
Te invita a expresar tu fe de manera creativa.
Se convierte en un espacio para sanar emociones y orar.
Con el tiempo, se vuelve un diario espiritual de tu caminar con Dios.
Algunos de los materiales Basics que necesitarás son:
Una Biblia (journaling o la que ya tengas).
Una libreta o papeles en blanco si prefieres no escribir ni dibujar en la Biblia.
Bolígrafo, lápices de colores, marcadores suaves, imágenes de revistas, flyers o periódicos, washi tapes y/o stickers.
Y lo más importante, un corazón dispuesto.
Recuerda: no necesitas tener todos los materiales al inicio. Lo más valioso es abrir la palabra y escuchar a Dios.
Te pregunto: ¿Has escuchado del método SOAP? ¡Sí, como jabón en inglés! Es una manera súper sencilla y práctica de estudiar la Biblia , a mí personalmente me encanta usarla cuando estoy haciendo Bible Journaling. Esto me ayuda a entender mejor lo que estoy leyendo, aplicar las escrituras en mi día a día y cerrar ese tiempo con una oración.
¿Cuántas veces hemos abierto nuestra Biblia y nos sentimos perdidas, sin saber por dónde empezar? Este método es como una pequeña guía que te ayuda a enfocarte y conectar con lo que Dios quiere hablarte en ese momento. Lo mejor es que no necesitas mucho tiempo ni ser experta en teología; solo disposición y un corazón que quiera aprender.
SOAP son las siglas en inglés de:
S – Scripture (Escritura): Escoge un versículo o pasaje que te llame la atención y escríbelo. Copiarlo te ayuda a retenerlo y meditarlo.
O – Observation (Observación): Anota lo que ves o notas en el texto. ¿Qué te resalta? ¿Qué aprendiste de Dios? ¿Qué palabras se repiten?
A – Application (Aplicación): Piensa cómo puedes aplicar eso hoy a tu vida. ¿Qué cambio te invita a hacer Dios? ¿Qué verdad necesitas recordar?
P – Prayer (Oración): Termina orando. Agradece, entrega, confía. Escríbelo como si le hablaras directamente a Él.
Este método transforma un simple momento de lectura en un encuentro personal con Dios. Te detienes, reflexionas, escribes y oras… y sin darte cuenta, estás dejando que la Palabra eche raíces en ti que te ayudarán a florecer en su propósito.
Y si te gusta escribir o eres visual (como yo), este proceso se vuelve aún más especial cuando lo haces acompañado de colores, notas, stickers y un toque creativo que lo vuelve personalizado. Cada página se convierte en un testimonio de fe y crecimiento.
Te voy a dejar algunos ejemplos prácticos
Jeremías 29:11
S: Porque yo sé los planes que tengo para ustedes, afirma el Señor, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.
O: Dios tiene planes y propósitos en ellos, aunque a veces no los entiendo.
A: No necesito tener todas las respuestas ni tener control de todas las situaciones, porque sé que Él me guía.
P: Señor, enséñame a confiar en tu plan incluso cuando no veo el camino y la incertidumbre me afecta.
Isaías 43:4
S: A cambio de ti entregaré hombres; a cambio de tu vida entregaré pueblos, porque te amo, eres valioso para mí y digno de honra.
O: Dios declara mi valor.
A: No necesito buscar aprobación en otros; mi identidad está segura en Él.
P: Padre, recuérdame cada día que soy valiosa y amada en ti. Que soy tu hija y eso es suficiente.
Te voy a dar unos breves tips para cuando encuentres obstáculos durante este journey:
No tengo tiempo: comienza con 10 minutos, lo importante es la constancia.
No soy creativa: el journaling no es arte, es devoción. Escribe, haz garabatos, pega un sticker, imágenes que tengas están bien.
Me da miedo arruinar la Biblia: comienza en una libreta o papeles en blanco y usa tu Biblia como guía.
Te paso unos cuantos tips más para que se vuelva un hábito:
Escoge un día fijo a la semana para dedicarle más tiempo.
Ten tus materiales a mano en una cajita o pencil case un lugar bonito que te ayude a motivarte
Hazlo en comunidad (grupal): invita a una amiga a tomar un café o comparte lo que hiciste con un grupo en tu iglesia.
Recuerda que no hay prisa. Es un viaje con Dios, no una carrera.
Entonces, sí hoy puede ser ese día perfecto para comenzar. No porque todo esté en orden, sino porque Dios puede hablarte justo en medio del proceso. Cada palabra que escribas, cada pensamiento que anotes, puede convertirse en una conversación íntima con Él. Permítete comenzar, aunque sea con una simple página y un corazón dispuesto.
Y para acompañarte en este nuevo paso, te dejo una hoja guía descargable para que la imprimas (anadela al carrito cuando presiones la siguiente imagen, si tienes dudas me puedes escribir) y la uses como recordatorio de que su palabra sigue viva y hablándote.
Con todo el amor,
Amy - Owau
Soy 1 de 1o y tambien soy Creacion Admirable
Soy 1 de 10: descubre mi experiencia viviendo con PCOS, los desafíos invisibles que trae y cómo la fe en Cristo me sostiene cada día. Una historia de lucha, esperanza y propósito para todas las mujeres que pasan por lo mismo.
Aloha, sabías que 1 de cada 10 mujeres vive con síndrome de ovario poliquístico o comúnmente conocido por sus siglas en inglés PCOS. Bueno, te cuento que yo soy 1 de 10. El PCOS no es solo un diagnóstico en un papel después de unos laboratorios; es una condición que toca el cuerpo, la mente y el corazón. Pero también ha sido un terreno donde Dios me ha recordado una y otra vez que mi identidad no está en ninguna estadística, ni condición, sino en lo que Él dice de mí.
Este journey comenzó en plena adolescencia alrededor de mis 13 años, con dolores punzantes, ausencia de menstruación por periodos largos y sangrados excesivos e inesperados. A medida que pasaron los años, los síntomas aumentaron: fatiga constante, cambios hormonales, aumento de peso y una lucha con mi propio cuerpo que parece no tener fin. En el 2019 enfrenté una temporada que parecía no acabar (en otro blog te lo cuento). Los médicos me decían que era el descontrol hormonal causado por el PCOS y que la solución era bajar de peso (como si fuera tan sencillo cuando la misma condición dificulta ese proceso), tomar hormonas y/o pastillas anticonceptivas, en fin, la misma historia triste y sin final.
Tenía el pensamiento constante de que había algo más. Visité un endocrinólogo reproductivo porque mi ginecólogo no tenía más opciones y, tras varios análisis y una biopsia, confirmó lo que el Doctor sospechaba: cáncer en el útero y luego en los ovarios, en otro blog te cuento más. Ese diagnóstico fue inesperado y en el peor momento en la cima de mi carrera profesional y cumpliendo metas junto a mi esposo, pero esto no definió quién soy en Cristo y para qué fui llamada. Sí, dejó huellas físicas y emocionales con las que todavía sigo trabajando y sanando, pero también abrió un espacio para ver la fidelidad de Dios en cada paso.
El PCOS no es solo un tema de ciclos menstruales irregulares. Es vivir con fatiga emocional y física, con la frustración de que el cuerpo no reacciona igual al ejercicio y a las dietas que el de otras personas, con la baja autoestima que producen los cambios en la piel y el crecimiento del vello facial.
También están los síntomas que pocos mencionan: la niebla mental, el temor constante de manchar la ropa en público, la inflamación que no se ve pero que duele. Ni hablar de sentir que el cuerpo no siempre responde en procesos biológicamente naturales, como la posibilidad de concebir al igual que el resto, lo que puede traer consigo frustración, infertilidad y pérdidas silenciosas difíciles de expresar. Son cargas emocionales que muchas veces se llevan en silencio, porque a veces no queremos seguir cargando a aquellos que están alrededor
A nivel social, todavía es difícil que el PCOS sea visto como una condición de salud seria. La falta de educación y de estudios científicos que respalden hacen que muchas veces se minimicen los síntomas o se reduzca todo al simple consejo de “bajar de peso” La realidad es que no hay una cura definitiva, y cada mujer con PCOS enfrenta un camino distinto.. Pero esta condición es mucho más compleja y necesita comprensión, empatía y avances médicos que respondan realmente a las necesidades de quienes la vivimos.
Recuerda siempre que una condición o situación no nos define. El PCOS puede afectar el cuerpo, pero no determina nuestra identidad, ni cancela los sueños que Dios ha depositado en nosotras.
En mi caminar, he aprendido la importancia de rodearme de personas que sean de apoyo. Mi esposo ha sido un regalo de Dios, recordando en los días difíciles que no camino sola. Tener una red de apoyo que valide lo que vivimos marca una gran diferencia. Y por encima de todo, he aprendido que mi valor no se mide por lo que logro con mi cuerpo, sino por lo que soy en Cristo. El PCOS puede hacerme sentir insuficiente, pero Dios me recuerda lo contrario:
Te alabo porque soy una creación admirable;
¡tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!
(Salmos 139:14)
Si tú también eres un 1 de 10, quiero decirte: no estás sola. Tal vez vivas con dolores que no se ven, con pérdidas que no puedes expresar, o con frustraciones que parecen no tener salida. Pero en medio de todo eso, recuerda que Dios te ve, te entiende y te sostiene. Eres amada, escogida y preciosa a Sus ojos. El PCOS puede ser parte de tu historia, pero no define tu destino. Tu vida tiene propósito, y en Cristo siempre hay esperanza.
En Owau creemos que aún en medio de diagnósticos, pérdidas y silencios, Dios sigue escribiendo historias de propósito y sanidad. Si eres 1 de 10, este espacio también es para ti.
Donde mis ojos vieron ruinas, Tú viste propósito
Aunque mis ojos se llenaron de ruinas, Dios vio un propósito glorioso en medio de mis escombros. Esta es mi historia de sanidad, identidad y amor restaurador.
Hubo una etapa en la que me acostumbré a mirar mis faltas antes que mis capacidades (todavia estoy aprendiendo a trabajar con esto). Me enfocaba en lo que no logré, en lo que perdí, en lo que no salió como yo esperaba y en las palabras que otros pronunciaron y nos marcaron. Hay momentos sin darnos cuenta, comenzamos a definirnos por ruinas. Ruinas de relaciones que terminaron, de oportunidades perdidas, de etapas donde dimos todo y aún así no fue suficiente. Nos acostumbramos a ver los pedazos, a ver desde la pérdida. Pero aquel que está en el cielo siempre ve más allá. Te recuerdo que:
Dios no te mira por lo que otros dijeron de ti.
Dios no te define por los capítulos rotos.
Dios te llama valiosa.
Isaías 43:4 nos dice: Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé. Y cuando ese versículo llegó a mí, no fueron tan solo unas palabras escritas. Fue un recordatorio que me interrumpió en el momento justo con una verdad poderosa: Donde mis ojos vieron ruinas, Tú viste un propósito. Dios no me ve como yo me veía. Él no ve lo que se rompió como un final, sino como el inicio de algo que Él mismo va a reconstruir con ternura porque a sus ojos, somos valiosos. Aun cuando no lo siento, aun cuando no lo veo, aun cuando estoy intentando descifrar quién soy y hacia donde voy.
Y esto no es para nada nuevo. Desde siempre, Dios ha escogido mujeres que el mundo descartó o marcó para cumplir su voluntad. Agar, sola en el desierto, pensó que todo habia terminado pero allí conoció a El-Roi, el Dios que nos ve. La mujer samaritana, herida, marginada y señalada, fue al pozo por agua y salió con propósito. Rahab, marcada por su pasado, fue redimida e incluida en el linaje del Mesías. María Magdalena liberada por Jesús, fue la primera en anunciar que Él resucitó. Lo que otros consideraban como ruinas, Dios lo convertía en parte de su plan. Y si lo hizo con ellas, ¿por qué no lo hara con nosotras?
Tal vez tú también has estado allí, como al igual yo lo he estado, una temporada donde te cuestionas, donde dudas, donde una y otra vez te preguntas si aún hay algo que pueda transformar tu historia o si en algún momento dejaras de ser invisible, de sentir que nada de lo que haces es suficiente. Hoy quiero decirte con todo mi corazón: mírate como Dios te ve.
Te aseguro que El no esta viendo a una mujer derrotada. El ve a Su hija, en proceso de restauración. No ve lo que te falta, ve lo que Él ya depositó en ti. No ve tus fracasos, ve tu crecimieniento. ¿Imaginate, cómo cambiaría tu vida si decidieras empezar a verte como Él te ve?
Eres creación maravillosa (Salmo 139:14).
Eres su obra maestra (Efesios 2:10).
Eres amada sin condiciones (Romanos 5:8).
Eres linaje escogido (1 Pedro 2:9).
Eres valiosa. Así lo dice Él.
Cuando comienzas a verte con los ojos del cielo, algo cambia. No caminas igual, no decides igual. Y ya no te hablas igual. Porque ya no lo haces desde la inseguridad o la comparación, sino desde tu verdadera identidad. No es cuestión de orgullo es recordar de quién eres.
Hoy quiero invitarte a hacer algo sencillo pero poderoso: reemplaza las etiquetas que has cargado durante mucho tiempo por lo que Dios ya dijo de tí. Escríbelo, háblalo, grábatelo en el corazón: Soy valiosa, Soy honrada y Soy amada por el Rey.
Y no te lo quedes. Díselo también a otra mujer. Queremos caminar juntas esta verdad, porque cuando una mujer cree lo que Dios dice de ella, todo cambia.
Y si quieres llevar contigo esta verdad cada día, el sticker Soy Valiosa, inspirado en Isaías 43:4 ya está disponible en nuestro shop. Que no solo lo leas hoy… sino que lo veas, lo declares y lo creas.
Porque donde tú viste ruinas, Él siempre vio propósito.
Amada! Honrada! Escogida!
Hoy no camino desde lo que perdí,
camino desde lo que Él ya habló de mí.
Isaías 43:4 no es solo un verso, es mi verdad.
